Protege tu piel de los rayos UVA, UVB, luz visible y radiación infrarroja con la mayor garantía farmacéutica
Debemos de tener un especial cuidado frente al Sol, este emite diferentes tipos de rayos como los ultravioletas o UV, que a su vez están formados por distintas radiaciones, como los rayos UVC, los rayos UVB y los rayos UVA. Las radiaciones UVA son potencialmente dañinos para nuestra piel produciéndose lesiones como manchas y cáncer de piel. Las radiaciones UVB son las responsables de las quemaduras solares y responsables del cáncer de piel.
Pero la radiación UVA y UVB solo representa el 10% de la radiación que recibimos frente al 90% de radiación de la luz visible y la radiación infrarroja. Pueden llegar a penetrar hasta la hipodermis la capa más profunda de nuestra piel provocando fotoenvejecimeinto, manchas en la piel y cáncer.
Para protegernos de las quemaduras solares y del fotoenvejecimiento es imprescindible usar algún tipo de fotoprotector. Elige el protector solar que se adapte a tu fototipo de piel de entre todas las variantes que existen entre formato y textura.
¿Cómo prevenir retrasar la aparición de los signos del fotoenvejecimiento?
Con el uso de fotoprotectores solares de amplio espectro frente a las radiaciones UVA, UVB, infrarrojos y luz visible y antioxidantes tópicos u orales que son efectivos contra los radicales libres. El mejor producto para evitar el fotoenvejecimiento es un fotoprotector solar.
¿Cómo elegir el mejor protector solar para tu piel?
Hay varios factores importantes a la hora de elegir correctamente un protector solar, eligiendo el más adecuado para tu fototipo de piel y sus necesidades. Además de fijarnos bien en la etiqueta, y asegurarnos de que el producto cumple con las recomendaciones europeas, también será necesario tener en cuenta otros elementos, como la intensidad del protector, el factor o índice de protección o la garantía de protección frente a rayos UVA, que puede comprobarse mediante un pequeño icono con las mismas siglas UVA.
Categoría o intensidad de protección solar: baja, media, alta o muy alta.
Factor de protección o SPF, puede suele entre 6 o 50, aunque pueden ser inferiores o mayores.
Garantía de protección frente a los rayos UVA.
Zona de aplicación, debemos diferenciar entre zonas como la cara y el cuerpo, ya que la piel facial suele ser más fotosensible.
Revisar la fecha de caducidad del producto, que puede perder efectividad después de varios meses abierto.
Seguir las indicaciones del producto y aplicar la cantidad adecuada y de forma correcta.
¿Qué es el factor de protección solar o SPF?
El factor de protección solar es el índice que nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta las defensas naturales de nuestra piel frente a posibles quemaduras o irritaciones causadas por el sol. Es decir, que con un protector SPF30, la fotoprotección de nuestra piel será 30 veces mayor que la protección natural de la piel cuando no utilizásemos protección solar.
Por lo que, cuanto mayor sea el factor de protección, más tiempo estaremos protegidos frente a los rayos UVA sin sufrir quemaduras o eritemas. Si tu piel tarda 10 minutos en quemarse bajo el sol, con un fotoprotector SPF 15, la protección será 15 veces mayor, lo que en tiempo puede suponer unos 150 minutos aproximadamente. Aunque este tiempo puede variar en función de factores externos como los baños en la playa o la piscina, el sudor o una mala aplicación del producto.
¿Se broncea la piel con un factor de protección solar de SPF50?
Los protectores solares cubren la piel, impidiendo que los rayos UVA penetren en las capas más profundas de la piel, previniendo el daño oxidativo de las células, y evitando las quemaduras solares, sin embargo, nos ayudará a broncear la piel progresivamente y con un tono más uniforme, sano y duradero.
Recomendaciones para un uso correcto del protector solar:
Aplicar entre 30 y 60 minutos antes de exponerse al sol, y sobre la piel seca para que la piel lo absorba completamente. En el caso de usar un filtro solar mineral o físico estaremos protegidos del sol inmediatamente tras la aplicación del mismo ya que no necesita absorberse para hacer su efecto
Aplicar una capa abundante y uniforme en toda la superficie de la piel, incluidas las zonas más sensibles como labios, párpados o cicatrices, siempre con protectores solares específicos para zonas sensibles.
Volver a aplicar el protector solar cada dos horas, además de volver a aplicarlo cada vez que nos bañemos.
¡No utilizar perfumes, colonias u otros cosméticos durante la exposición solar! Pueden causar manchas en la piel.
Hidratar la piel con after sun después de cada exposición solar